Uno de los procedimientos que se realizan tanto en la elaboración tanto de jabones como de emulsiones es la mezcla de los diferentes compuestos que entran a formar parte de las mismas. Mezcladores pueden existir de diferentes tamaños, en las fotografías podéis ver algunas de las que nunca utilizaremos:
En la elaboración de jabones tenemos, por una parte la elaboración de la lejía (denominamos así a cualquier líquido que sea álcali, es decir que su pH esté en la zona básica). Por otra parte una mezcla de aceites (y otros lípidos) y por último una serie de sustancias diversas que se añaden y que pueden ser aceites esenciales, fragancias, polvos minerales o vegetales.
En la elaboración de emulsiones mezclamos aceite y agua en diferentes proporciones, así como un sinfín de productos de diferente naturaleza (esenciales, emulsionantes, humectantes, vitaminas, ácidos, polvos, conservantes, polialcoholes, espesantes, …)
Para integrar todos estos compuestos nos servimos de alguna herramienta que puede variar desde un simple agitador de madera o vidrio de uso manual a cualquier aparato que funcione con energía eléctrica.
Para la elaboración de jabones es común el uso de una batidora, mezcladora, molino, túrmix…empleada normalmente en cocina y con potencias que pueden oscilar entre los 175 watios y los 1000 watios. Dependiendo tanto de la cantidad de jabón que vayan a realizar, así como del tipo de jabón que fabriquen (traza rápida o lenta)será necesario un tipo u otro, pero si no se quieren equivocar, por regla general, cuanto mayor sea la potencia menos riesgo existirá de quemar el motor eléctrico. Si la diferencia de precio se la pueden permitir, elijan la de mayor potencia. Además, es muy conveniente que el brazo posea un regulador de velocidad, de esa manera controlarán la adición de sustancias finales cuando la traza se presente rápida o lenta.
Cuando de emulsiones se trata, las necesidades varían. Por un lado las cantidades que normalmente realizamos para nuestros productos son pequeñas. No necesitaremos pues gran potencia en los motores y lo que buscaremos será la comodidad a la hora de su manejo. Así pues serán de pequeño tamaño, funcionamiento a pilas, fácilmente limpiable y desmontable.
Existirían además de estas: las típicas batidoras utilizadas en repostería para la montar la nata, subir las claras a punto de nieve, etc…también están los robots de cocina o procesadores, las primeras por su escasa velocidad y las segundas por su elevado precio, no serían adecuadas para nuestros propósitos.
Otra posibilidad es la fabricación propia de un conjunto de motor eléctrico y soporte para el mismo. Motores relativamente potentes para lo que necesitamos pueden ser mecanizados en algún soporte consistente que permita estabilidad y limpieza, el precio en el mercado online es bajo, encontrándose por unos 38 soles del Perú que viene a representar unos 794 rublos o unos 1325 yenes japoneses para que se hagan una idea (cotización a 28 de diciembre de 2015 día de los Santos Inocentes).
Incorporando un regulador de potencia para controlar la velocidad de giro y otro tipo de accesorios (cronómetro, pequeña pizarra, porta papeles,…) pueden personalizarse una batidora de acuerdo con sus necesidades.
Les muestro un pequeño vídeo con todo esto.